Dicen que Alfred Hitchcock, sentía pasión por un tipo determinado de mujer. Rubia y elegante, aparentemente inaccesible, damas con clase y anatomía perfecta. Tippi Hedren fue una de ellas, de gestos impecables. Consciente de su belleza, amurallada y fría. La descubrió mirando la televisión, la joven aparecía en un anuncio publicitario. No era actriz, apenas unos comerciales y alguna fugaz aparición en series de televisión. Hitchcock la inventó: La utilizó en "Los pájaros" y en "Marnie, la ladrona". Después de esta segunda película, y debido en gran parte a la actitud controladora del director, quien incluso intentaba dirigir la carrera profesional de la actriz, la relación se fue enfriando. Según cuenta la actriz, el mago del suspense, le envió una nota diciéndole que iba a arruinar su carrera. Convertida en un icono de la gran pantalla, amaso una gran fortuna. Se retiró prematuramente del cine, fue discreta en su vida privada, gozó de una prestigiosa y fugaz popularidad, y asumió sin estridencias, un millonario anonimato.
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