Revista erótica francesa, posiblemente la primera que se puso en quioscos de prensa públicamente a la venta , con un tiraje de 80.000 ejemplares durante 25 años, dos veces al mes. En ella jóvenes aspirantes a estrellas de cine (starlets), se mostraban desnudas, pero, después de un ligero y mágico retoque fotográfico; sus voluptuosos cuerpos, eran desposeídos del vello púbico, tal como exigía la censura, lo que las convertía casi, en maniquíes de escaparate. En las aduanas españolas se registraban los fondos de las maletas, buscando concretamente estas impúdicas publicaciones a los pocos viajeros, que cruzaban la frontera del país vecino. Actualmente son piezas muy buscadas por coleccionistas, difíciles de encontrar y cotizadísimas incluso en Francia.
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