10 oct 2010
ANA DE MENDOZA "PRINCESA DE ÉBOLI"
Se casó a la edad de doce años (1552) con Ruy Gómez de Silva príncipe de Éboli (ciudad ubicada en el Reino de Nápoles) y ministro del rey Felipe II. Fue una de las mujeres de más talento de su época, se la consideraba como una de las damas más hermosas de la corte española. Entre las teorías que se barajan sobre la pérdida de su ojo derecho, la más respaldada es la que asegura que la princesa fue dañada por la punta de un florete manejado por un paje durante su infancia. Pero este dato no es claro, quizá no fuese tuerta sino bizca. En cualquier caso, su defecto no restaba belleza a su rostro; su carácter altivo y su amor por el lujo se convirtieron en su mejor etiqueta de presentación, y ejerció una gran influencia en la corte. Cuando su esposo murió la princesa decidió ser monja ¡y sus criadas también! Le fue concedido entrar en el convento de Pastrana, a regañadientes Teresa de Jesús la ubicó en una celda. Pronto se cansó y se mudo a una casa junto al huerto del convento. Allí disponía de armarios para guardar sus lujosos vestidos y sus joyas, además de tener comunicación directa con la calle, pudiendo salir a voluntad. Ante esto, por mandato de Teresa, todas las monjas se fueron del convento y abandonaron Pastrana, dejando sola a Ana. Ésta volvió de nuevo a su palacio de Madrid, no sin antes publicar una autobiografía tergiversando a Teresa, lo que produjo el alzamiento de escándalo de la Inquisición, que prohibió la obra durante diez años.
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