Su Graciosa Majestad; se caracterizaba por sus jocosas frases y respuestas, características, supuestamente muy españolas; cuenta Carlos Fisas en sus "Historias de la historia": Sucedio en 1868 cuando la reina se dirigía al destierro. Le hablaba un cortesano de ir a Madrid, pues se hallaba en San Sebastián, donde le esperaba según él la gloria y el laurel, y respondió jacarandosa: - Mira, hijo, la gloria para los recién nacidos y el laurel para la pepitoria. http://www.suttonclonard.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario